¿Qué es?

Un nudo de emocional, es un conjunto de sentimientos que tenemos dentro de nosotros y que no hemos superado, cosas que nos han afectado y que se han quedado ahí.

Sentimientos que se agrupan, se hacen un nudo e impiden que la energía de nuestro cuerpo  fluya como debería.

Cosas que no hemos podido superar u olvidar, o que creemos que hemos olvidado, pero, sin embargo, siguen estando en nosotros.

¿Cómo qué?

Una necesidad no cubierta. Una carencia emocional. Una vivencia mal gestionada. Todo grabado en la mente, y en apariencia, imposible de cambiar.

Un nudo que aprieta ¡tan fuerte!, te avisa de que tienes que hacer algo.

¿Qué pasa si no se quita?

Si te quedas con ese nudo, el seguirá ahí y no se ira solo. Solo hará que agrandarse y tal vez empeorar. Porque como ya sabréis, los problemas no se van solos, hay que afrontarlos.

Aprende a entender tus nudos emocionales y sacales partido en tres pasos:

PRIMER PASO: OBSERVAR DONDE ESTÁ EL EXTREMO POR EL QUE EMPEZAR A TIRAR.

Apuesto a que alguna vez te has obcecado en solucionar un problema, del tipo que sea, y no has hecho más que intentar una y otra vez lo mismo, sin encontrar salida.

A veces, “perder” (que en el fondo estás ganando) un poco más de tiempo es la clave.

 Tu reto comienza en observar detenidamente tus nudos emocionales, sin miedo, sin vergüenza.

¿Alguna vez te has sentido angustiadx, triste, de mala leche pero te has quedado ahí? ¿En ese sentimiento? ¿Qué ha pasado? Pues casi seguro que has continuado así a lo largo del día, lo has pagado con quién menos lo merecía y además aún te ha afectado más porque tu madre/padre/pareja/amigos/etc te han dicho que “de qué puñetas vas”.

Los nudos emocionales son estructuras neuronales que se han formado y unido en ti de manera que hoy por hoy estás tan acostumbrado a esa manera de ser, pensar y hacer que no ves el cambio factible. Se trata de hacerse consciente y de empezar a crear otros estados diferentes.

  • (PENSAR) Tu realidad. La vida pasa, y todo lo que sucede a nuestro alrededor lo registramos de la manera en la que nos confirme toda nuestra lista de creencias, miedos y convicciones. Esa interpretación puede estar en consonancia con nosotros o limitarnos y perjudicarnos. Si pensamos que no hay oportunidades del tipo que sean, haremos lo posible por confirmarlo, sin actitud, sin búsqueda activa, sin creatividad. 
  • (SENTIR) Una emoción no procesada de una manera sana en el momento justo te lleva a elevarla a la máxima potencia y sufrir. Piensa en una situación en la que siempre reacciones de la misma manera. Cuando estas en un sitio en el que no conoces a nadie, por ejemplo, y tienes que “hacer amigos”. Siempre temes el rechazo y eso te hace sentirte paralizadx y con miedo. Eso que sientes ya lo has sentido anteriormente, y se repite cuando la vivencia se parece. Te proteges. Es normal. Ahora es el momento del cambio. 
  • (HACER) Haces lo que no quieres o no actúas hacia lo que deseas. El movimiento nos impulsa. A veces dejamos que nos hagan y nosotros no hacemos nada por hacer. Otras hacemos mucho y no entendemos porqué no sirve para nada. Todo lo que pasa tiene un sentido. La energía la mueves tú, o la paralizas tú. 
Se trata de buscar el equilibrio y la coherencia entre los tres estados. ¿Qué pasa cuando algo falla?

Pensar + Hacer (- Sentir) = Eres coherente en tus acciones, pero no eres feliz, porque tus sentimientos y emociones te dicen otra cosa, a las que no estás prestando atención.

Pensar +Sentir (- Hacer) = Sabes qué quieres en tu vida, pero no te atreves a actuar.

Sentir + Hacer (- Pensar) = Actúas según lo que sientes sin que haya una coherencia con lo que piensas, con tu realidad, con tu entorno, con tus valores. No piensas si está siendo una actuación ecológica para ti y para los demás.

Casi seguro que cada uno tenemos nudos predominantes. El mío es tener claro lo que quiero, sentirme emocionada cada vez que lo pienso pero no hacer todo lo posible por conseguirlo, lo que me lleva a sentirme decepcionada y triste, ¿Normal que quiera cambiarlo no?

¿Ya has descubierto el tuyo?

SEGUNDO PASO, PENSAR EN LO QUE QUIERO CONSEGUIR.

Una vez que eres conscientes de cual es tu estado, marcate el objetivo. Si sabes que estás en una de esos tres estados … ¿Cómo quieres sentirte? ¿Hacia donde quieres caminar?

Para saber hacia dónde quieres caminar y cómo quieres sentirte debes SER HONESTX Y QUERERTE A TIEMPO COMPLETO.

Venga, comienza. Escribe una frase en más o menos una línea como objetivo. Que implique una acción y una emoción. Esta es la mía:

“Comprometerme conmigo misma con constancia y esfuerzo para sentirme en armonía y libertad”.

TERCER PASO, UN PEQUEÑO CAMBIO

Ya eres más conscientes de dónde está el nudo, ya sabes lo que quieres, y ahora tan sólo hace falta un pequeño paso que te haga sentir que estás en el camino.

Para saber que hacer te tienes que preguntar en relación a tu objetivo, ¿Qué es lo primero que quiero hacer para avanzar hacia mi objetivo?

En mi caso, por ejemplo, hacer deporte cada día antes de empezar mi jornada.  Lo estoy consiguiendo y me hace sentir responsable y dueña de mi propio destino. 

Si te marcas un pequeño paso y lo repites, contándote cada día para qué lo estás haciendo, se convierte en un hábito. No siempre es fácil … pero cuando lo haces, tu corazón palpita más fuerte, tu orgullo es mayor y tu compromiso aumenta.

Te lo dice, una que se ha deshecho más nudos que un general.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies