Que son las autolesiones o conductas autolíticas

Las conductas autolíticas son una estrategia de afrontamiento ante un malestar emocional. Normalmente las personas que se lesionan y se hacen daño a sí mismas, carecen de habilidades para gestionar sus propias emociones: les cuesta identificar qué sienten, no saben dar nombre a esa emoción que perciben, tampoco expresarla y por tanto manejarla.

Es decir, si no entiendo qué es la sensación o emoción que aparece, ni el estimulo externo o interno que me hace sentir así, va a ser sumamente complicado poder gestionarlo.

Es importante desechar la idea de que las autolesiones están relacionadas con una llamada de atención. La persona que se infringe daño lo hace porque tiene mucho sufrimiento interno y esta es su forma de expresarlo y manejar el dolor emocional que siente. Si damos por válida la idea de que la persona que se autolesiona lo hace por llamar la atención, sería importante, entonces, pararnos y ver porque esta persona necesita esa atención: quizás necesita ser vista, escuchada, comprendida, apoyada y la única forma que ha encontrado que se la vea es está.

Posibles causas que pueden hacer que una persona se autolesione

La autolesión o conductas autoliticas puede tener diferentes motivos por los que la persona la pone en marcha. Suele ser una forma que la persona que sufre emplea para expresar su dolor y malestar. Pero también es un mecanismo para regularse, calmarse y sentir alivio.
Como comentaba previamente, es una forma de expresarse y  por tanto estas autolesiones nos dan mucha información: la persona está pidiendo ayuda, como forma de autocastigo, también generarse dolor como forma de sentirse vivos y también como motivo por el que experimentar dolor o bien para volver a la realidad.

Las autolesiones son una conducta aprendida, tienen un beneficio a corto plazo para la persona que momentáneamente siente un alivio temporal: consigue regular sus emociones a través del dolor físico, la persona siente que por un momento ese dolor emocional ha cesado, dándose así un refuerzo positivo de la conducta dañina puesta en marcha. De esta manera, la persona aprende que el autodaño le genera calma y la conducta aparecerá de forma repetida.

Una vez puesta en marcha esta conducta dañina y una vez finalizado el “bienestar” que esta genera, aparecerá la culpa por el autodaño generado, este sentir será un nuevo motivo para continuar en esta cadena circular difícil de romper. 

Las conductas autoliticas pueden ser señal de diferentes necesidades:

• Cómo lenguaje del dolor emocional que sienten. Han encontrado en el daño la forma de expresar sentimientos que no saben de qué manera expresarlos. Son personas que se sienten solas y vacías con dificultad para identificar y expresar lo que les ocurre internamente, mezclan y confunden las emociones. Viven la autolesión como algo a lo que recurrir en un momento del día y una salida inmediata a una carga emocional muy intensa y poco manejable.

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• Muchas veces cuando la persona vive en un entorno desorganizado, dónde su intimidad no es respetada, sus sentimientos y necesidades no son validados, puede llegar a sentir que lo único que puede controlar es su propio cuerpo, sienten que es lo único que depende de ellos.

• ​Cómo forma de control sobre uno mismo y el entorno. Sienten que el daño que viene de otros no lo pueden controlar, pero el que se infringen a sí mismos sí

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• Cómo forma de castigo y sentimiento de culpa. Son personas que tienen una gran sensación de ser malos y no ser válidos. Es por ello que sienten merecer ser castigados.​

• Por miedo a explotar. Las personas que recurren a la autolesión en ocasiones lo hacen por miedo a “explotar” y decir lo que realmente están pensando. Se presenta en ellos una gran ira contenida.

¿Cómo actuar si identificamos qué alguien de nuestro entorno se autolesiona?

Si percibimos que alguien de nuestro alrededor tiene cortes o heridas es importante no juzgar ni regañar por ello, esto hará que la persona se retraiga más todavía.

Es importante crear un espacio dónde la persona que sufra sienta que puede abrirse y expresar todo aquello que está viviendo. Espacio al que pueda recurrir y pedir ayuda, así como la búsqueda de un profesional.