¿Qué es la queja?

La queja es un discurso interno (lo que nos decimos a nosotros mismos) o externo (lo que les contamos a otros), que se trasmite con la intención de expresar, aliviar un malestar, dolor, sufrimiento o con la intención de criticar algo o a alguien.

¿Cómo son tus quejas?

Expresar es bueno, pero diferenciemos entre:

  • Quejas funcionales o justificadas, que te ayudan a recibir atención y apoyo cuando es necesario, y a detectar lo que no está bien para poner en marcha soluciones.
  • Quejas disfuncionales, las que te cargan de energía negativa, te alejan de la búsqueda de soluciones y producen malestar y estrés entre las personas que te rodean.
¿Por qué te quejas?

Hay diferentes motivos:

  • Porque lo has aprendido. Lo has escuchado desde pequeñx de tus padres o de algún familiar o de otras personas. Y sin darte cuenta continuas con ello toda la vida.
  • Por hábito. No sabes como empezó pero forma parte de tu manera de ser y relacionarte.
  • Por tener un tema del que hablar. En ocasiones es el camino fácil, que atrae la atención de otros y lo sigues utilizando. El rol de «amargadx» a veces parece interesante.
  • Porque tiendes a ser pesimistas. Te centras en los aspectos negativos, fijándote en lo que funciona mal o hacen mal otros o tú mismx, en vez de aquello que sí funciona o en lo que hacen bien.
  • Porque eres perfeccionista y exigente. Tener expectativas elevadas sobre el funcionamiento o comportamiento de los otros hace que tu forma de medir sea más exigente.
  • Por falta de empatía. La empatía es la capacidad de ponerse uno en el lugar del otro y cuando no lo hacemos, no entendemos al otro y nos quejamos de lo que siente, piensa, hace o le ocurre.
  • Porque te contagias de otros «quejicas». La queja es contagiosa, como el bostezo, predispone a los demás a quejarse, y la conversación se convierte en un intercambio de quejas.
Consecuencias negativas de la queja

Cuando te quejas hay consecuencias negativas de las que en ocasiones no se es consciente:

  • Favoreciendo un estado de ánimo negativo. Cuando esto sucede, es más probable que interpretes lo que te pasa también de forma más negativa.
  • Creas un mal ambiente entre tus compañeros, pareja, conocidos o familiares.
  • Los que te rodean se cansan, te evitan,  –de verás que a nadie le gusta estar junto a un «amargadx»–.  ¿Tú elegirías quedarcon alguien que no sonríe y que se queja de todo?
  • Te hace pasivx porque mientras te queja no resuelves.
  • No aprendes nuevas formas de abordar los problemas.
  • La queja  te produce estrés y en los que la escuchan.
Ventajas de la no queja

Dejar de quejarte, te aporta muchas ventajas:

  • Favorece un estado de ánimo más adecuado y más salud.
  • Estas activx, en disposición de resolver las dificultades habituales en tu trabajo y vida.
  • La familia, amigos o compañeros de trabajo, disfrutarán más con tu compañía.
  • Disminuye la aparición de emociones negativas tales como envidia, malestar, nerviosismo o tristeza.
  • Favorece que aceptes y entiendas lo que tienes que cambiar ya que en vez de quejarte, puedes buscar soluciones.
  • Fomenta que te responsabilices de las cosas que dices o haces, en vez de culpabilizar a los demás.

¿Encuentras en la queja algún sentido?. ¿Suelen cambiar las situaciones ante las quejas injustificadas o “vacías”? Y entonces… ¿para que quejarse?. Pues si no te sirven, vamos a reflexionar sobre las consecuencias que tiene el hacerlo y quizá te convencerás un poco más para que decidas dejarlas.

¿Cómo dejar de quejarte?
  • Identifica si te quejas y porqué o para qué lo haces.
  • Para detectar si es o no una queja, fíjate en el tono en el que hablas. Cuando informamos o contamos qué nos pasa hablamos normal, y cuando nos quejamos el tono de voz es más apagado, triste, crítico, con rabia o enfado, etc.
  • Detecta sobre qué temas te quejas (tareas casa, salud, los demás, tú trabajo, haciendo críticas a los demás ….).
  • Se breve en las quejas y extiéndete en hablar y comunicar aspectos neutros o positivos, por ejemplo, hablando de noticias de actualidad, el tiempo, vacaciones, viajes, libros, comidas, compras…
  • Aprende o mejora la forma de hablar. Entrena habilidades sociales y de comunicación para expresar de forma adecuada los aspectos negativos de tu vida pero sin que se conviertan en una queja continua.
  • Expresa pero no te quejes.

 Te RETO a… ¡¡estar 21 días seguidos sin quejarte!!

Por qué 21 días? Muy sencillo. 21 días es el tiempo que se necesita para adquirir un nuevo hábito, y… ¿qué mejor hábito que dejar de quejarnos y centrarnos en todo lo demás?

  1. Decide si quieres dejar de quejarte y adquiere un compromiso de cambio.
  2. Expresa lo que no te hace sentir bien pero no te quejes.
  3. Transforma las quejas en soluciones.
  4. Se consciente de las veces que te quejas. Haz una pequeña marca cada vez que te quejes, en un papel o en una nota de tu móvil.
  5. Ponte en la muñeca una goma de color que te lo recuerde o un pos-it recordatorio en algún lugar visible.
  6. Anota en una hoja las ventajas de no quejarte y léelas cada día.
  7. Entrena tu mirada positiva. Fíjate en tu entorno y piensa en todo lo bueno que hay en ello, en lo que hacen y está bien.
  8. Piensa en una vida libre de quejas.
  9. Ponte el día sin queja para empezar.
  10. Lo más importante contagia la “no queja” a los que te rodean, pásales este decálogo, para que otros sepan también cómo dejar de quejarse.
¿Qué obtendras si realizamos el reto?
  1. Ser más positivx
  2. Ser más feliz, ya que serás capaz de visualizar tu realidad desde una óptica mejor.

¡Ánimo! No decaigas, sigue intentándolo las veces que haga falta… el esfuerzo merece la pena.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies