¿Qué supone en nuestra vida los cambios?

Los cambios suponen oportunidades. La vida está llena de cambios, se supone que es parte integral del vivir, algunos graduales mientras que otros son súbitos, violentos. Como personas tendemos a la estabilidad y en ocasiones nos olvidamos que los ciclos son necesarios e inevitables aunque generen miedo y ansiedad.

“No siempre podemos elegir la música que la vida nos toca, pero podemos elegir como la bailamos” Anónimo

Si no hay cambio no hay crecimiento, solo conocimiento, que en muchos casos queda olvidado en algún rincón de nuestra neurología dándole poco o ningún uso práctico. Una actitud de cambio lleva implícita una adaptación.

Si el cambiar anticipamos problemas, esto se puede convertir en una muralla. Sin embargo, retomemos aquí el pensamiento de los cambios como oportunidades, con el que estoy muy de acuerdo. Evolucionar nos permite dejar atrás. Mutar, limpiar, ordenar. Así ante cada cambio, con esta actitud, podremos considerar esa situación como un progreso, como un crecimiento.

El DSM-IV cuando define los TRASTORNOS ADAPTATIVOS : “son cuadros cuya característica esencial es una respuesta psicológica de tipo emocional o comportamental, a uno o varios estresantes. (…….) La respuesta consiste en un acusado malestar, superior al esperable dada la naturaleza del estresante, o en un deterioro significativo de la actividad social, profesional o académica”.

Un lenguaje diferente para hablar del cambio, un lenguaje que se centra en las posibles consecuencias y malestares que puede conllevar, una mirada más ¿patologizante?

Para ti que me lees y que no sé cuál es tu mirada, cómo vives los cambios en tu vida, te planteo con mi lenguaje estas siete sugerencias, para que reflexiones sobre todo ello, para que te puedan servir quizá como puntos prácticos desde donde hacerte preguntas sobre ti mismo/misma:

NO TENGAS PRISA, SÉ LENTO: para tu ritmo ante un cambio, no respondas/actúes de forma acelerada o impulsiva. “Ser lento significa que uno controla los ritmos de su vida y decide qué celeridad conviene en un determinado contexto” (Carl Honoré). https://www.elblogalternativo.com/2016/06/08/no-siempre-ir-rapido-es-mejor-carl-honore-y-los-beneficios-de-la-vida-lenta/

REVISA los cambios que has afrontado en tu vida, lo “conseguido/cambiado” en el pasado y mira cómo lo hiciste, te dará seguridad y confianza en ti mismo/a.

AFRONTA ACTIVAMENTE en vez de evitar: visualiza tu misión/objetivo/lo que quieres, qué podría hacer y no estoy haciendo, y qué significaría una diferencia importante en lo que me está pasando.

TUS PUNTOS DE APOYO: recuerda que los tienes, tu familia, tus amigos, tu pareja, tus aficiones. Cuenta con ellos.

FLEXIBILIDAD para escuchar otras opiniones, otros afrontamientos; para darme permiso a dar un paso desconocido o diferente para mí; para ver cuándo es el momento de fluir con la corriente que me lleva o cuándo es momento de seguir luchando…

SER EGOSINTÓNICO: cambiar puede desequilibrarnos, no pierdas las sintonía contigo mismo/a. Presta atención a tu coherencia interna entre lo que sientes, piensas y haces. Un triángulo en equilibrio, importante.

REINVENTARSE: a veces un cambio implica esta posibilidad. Para ello, fracasar puede ser un requisito. No te asustes, a veces en la vida para subir un escalón hace falta bajar dos.

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