¿Estás triste? ¿Tienes miedo?
Sentir cualquier emoción ya sea ante un estímulo externo (alguien que llora por una pérdida, cuando nos relatan una situación muy lamentable…) o UN ESTÍMULO interno (un pensamiento o una imagen o recuerdo) es una reacción automática que se origina en nuestro cerebro. Las emociones son estados temporales que vienen y se van. Nos ayudan a hacer un movimiento y nos conducen hacia la apertura de nuestro cuerpo o hacia el cierre. Por ejemplo, cuando estamos tristes nuestra tendencia es cerrarnos. En cambio, cambio estamos alegres nuestro cuerpo se expande.
¡Acepta tus emociones para que se debiliten!
Si negamos las emociones y las intentamos controlar, estamos haciendo que se vuelvan más difíciles de contener. Supón que estás triste porque has recibido una mala noticia. En lugar de expresarla llorando o compartiéndola, te tragas esa tristeza y haces como si todo estuviera bien. Cuando no la aceptas y no la expresas, la emoción se va enterrando en tu interior.
Hasta que un día esta tristeza se convierte en ansiedad, en enojo o incluso en una depresión.
Si intentas controlar lo que sientes, quieres que la respuesta sea diferente. Si quieres cambiar lo que sientes, primero tienes que aceptarlo para gestionarlo.
¿Cómo?
- Observar: Observar las sensaciones físicas que estás notando en el cuerpo va a ser el primer paso. Ejemplo, una presión en el estómago. También será importante percibir los pensamientos que nos vienen a la cabeza. “Jamás volveré a confiar en alguien”.
- Identificar: Identificar a qué emoción corresponde lo que sientes. ¿Qué estoy sintiendo?
- Titular: Ya tienes la sensación en el cuerpo y el pensamiento asociado. Ahora podemos etiquetar lo que te pasa, le pones un nombre. Por ejemplo: tristeza, enfado, miedo, etc.
- Aceptar: Lo que niegas te atrapa, lo que aceptas te libera. Hay que aceptar para atravesar el malestar y aprender de la experiencia.
- Expresar: Al expresar la emoción esta se libera y no queda guardada en el cuerpo.
- Respirar: A través de la respiración puedes manejar la emoción para que no te domine. Puedes imaginar que la abrazas tal como es, sin necesidad de cambiar nada.
- Soltar: Ha llegado el momento de cambiar la emoción ¡Suelta!
Para gestionar las emociones, solamente hace falta escuchar nuestro interior, y empezar a practicar diariamente. Si tomamos consciencia de nuestras emociones, será mucho más fácil que aprendamos a aceptarlas sin juzgarlas.
Todas las emociones tienen una intención de ayudarnos, simplemente nos hace falta escucharlas y entender el mensaje que nos quieren transmitir.
Además siempre puedes contactar conmigo para realizar algunas sesiones de terapia que te ayuden a vivir mejor contigo mismo.
Un abrazo
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